lunes, 16 de marzo de 2009

Máma soy Che-ché, no haré travesuras.

Mi nombre es Che-Ché, y para empezar tengo que decir a mi favor que: «Yo no hice nada, nada más estaba con ellos», eso por si se me quiere cargar la mano de 'qué sé yo'. En esta foto me puedes ver en mi primer intento de cruzar el Atlántico sin mayor ayuda que un gusano flotador y un pesado almuerzo de frijoles charros a la 'alma que lleva el diablo'. La travesía tuvo que terminar antes de empezar, la propulsión-a-chorro fue incontrolable y las manifestaciones de Green Peace enardecían cada vez más por la flora y fauna marina que se perdía en demasía. Lamentablemente el Seguro contratado contra eventualidades se negó a cubrir gasto alguno, a pesar de que hasta mis choninos fueron declarados como 'pérdida total', y todo por que la licencia de cruzador infantil del Atlántico fue expedida en el mercado negro.

Ku-Kui, mi pequeña hermana, esconde tras esa linda carita de princesa posando para la revista HOLA [La Española por supuesto], a una verdadera maquina insaciable en el consumo de 'Lechita', siempre y cuando sea deslactosada y Alpura. La toma de día y noche, sin descanso alguno y también sin remilgo acompaña su permanente solicitud del lácteo con un gemidito gutural, y una mueca muy ensayada diciendo: «¡Chíiiiita Mamá, chíiita!» Y obvio, inmediatamente mi mamá, sin perder segundo alguno levanta la voz para indicarle a Don Chokoro, mi Papá, dónde es que está la leche y ¡que le apure!, antes que la princesa Ku-Kui entre crisis, en paro técnico o se desplome la bolsa de valores.

La Señora Boly, mi mamá, es un verdadero ángel, pero sin alas, ni tampoco vuela, ni brilla en la oscuridad, de hecho tampoco habla en slow motion, ¡ok!, no es un ángel, pero puedo decir que es lo más perecido a uno. Y digo esto, porque sé que va a leer mi blog, y no quiero quedarme sin mis deliciosos frijolitos charros, que me hacen volar.

Posar para una foto familiar no es mucho problema, a menos que se trate de mi familia. Mi papá, ha dedicado muchas horas al estudio de la fotografía y cinematografía del National Geografic, Discovey Chanel y la nota policíaca del Ovaciones; ahí aprendió la técnica de soldado Nazi que utiliza para hacerme posar en la foto, tomándome «sí o sí», ya sea del cuello o de los brazos. Me sorprende ver en las fotos su sonrisa tan natural, pues yo solo lo escucho pujar, mientras me agarra durante la toma. A Ku-Kui, hay que amenazarla con retirarle el abasto de leche para darle ánimos de posar para el recuerdo.

Pero, esta historia no va a estar completa, sin que te cuente de Friducha y Cachimba, nuestras mascotas. Si alguien que sirve y atiende a otros es llamado ‘gato’, este par de bestias son cualquier cosa menos gatos. Duermen por larguísimos ratos y ¡despiertan con una hambre!, que devoran hasta la última migaja de sus Wiskas, y terminan de comer ¡con un sueño!, que apenas y se pueden regresar a echar. Duermen hasta con los ojos abiertos y roncan hasta despiertos, especialmente si les rasco su cabecita. Es por eso que amargamente me quejé con mis papás hace días de que la Miss me traía de su gato, y es que apenas hablaba y me caía de sueño. Ni siquiera necesité que me rascara mi cabecita. Me encanta su clase, me cae mejor cuando estoy desvelado.


Me despido por ahora, y espero que disfruten estás fotos, así habrá valido la pena es sacrificio.